Este informe explica la trayectoria del borrador de resolución presentado por la UE para orientar y guiar el proceso de evaluación, en 2008, de la puesta en práctica de la declaración política y de los planes de acción de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS) de 1998.
En la 49ª Sesión de la Comisión de Estupefacientes (CND, por sus siglas en inglés) que tuvo lugar en Viena del 13 al 17 de marzo de 2006, la Unión Europea (UE) presentó un borrador de resolución para orientar y guiar el proceso de evaluación, en 2008, de la puesta en práctica de la declaración política y de los planes de acción de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS, por sus siglas en inglés) de 1998. Los objetivos principales de la UNGASS de 1998 fueron eliminar o reducir significantemente el cultivo ilícito de coca, cannabis y amapola del opio, así como la producción ilícita y el tráfico de drogas sintéticas, y conseguir unos resultados significantes y medibles en lo referente a la reducción de la demanda de drogas, para el año 2008.
Este informe explica la trayectoria de la resolución y sus propuestas para fortalecer el proceso de evaluación de la UNGASS. Analiza asimismo cómo los objetivos para garantizar una evaluación más objetiva y transparente se acabaron diluyendo. Esto sucedió no sólo debido a la oposición de algunos países, sino también al propio enfoque de la UE con respecto a la CND.
Los autores identifican varias vías para seguir avanzando y ofrecen una serie de recomendaciones:
1. Los Estados miembros deberían reconocer la importancia de una valoración objetiva y transparente de los actuales mecanismos de control de drogas. Deberían decidir si quieren dirigir su trabajo hacia una auténtica valoración o si continúan con una adherencia incondicional al proceso actual que ha obstaculizado un auténtico progreso durante las últimas décadas.
2. Los Estados miembros deberían pedir una evaluación del proceso de evaluación de la UNGASS. Para garantizar un proceso de evaluación que sea transparente y objetivo y esté basado en una recopilación de datos y una metodología adecuadas, deberían solicitar que se haga más seguimiento crítico del sistema de transmisión de información basado en los Cuestionarios de los Informes Bienales (BRQ, por sus siglas en inglés).
3. La UE debería analizar y revisar su funcionamiento en la CND con el objetivo de mejorar la coherencia y la eficacia del mensaje de la UE en las Naciones Unidas. Esto se podría conseguir con una mejor gestión de sus declaraciones, así como por medio de una mejor coordinación del apoyo, existente y potencial, a las resoluciones, tanto entre los Estados miembros de la UE como entre los no comunitarios.
4. La UE debería invertir dinero, además de esfuerzo en sus negociaciones en la CND, en apoyar un proceso que lleve a hacer efectivas las secciones centrales clave de su resolución. La UE debería financiar la inclusión de expertos independientes, así como de unos datos y una metodología mejores, en el proceso de evaluación de la UNGASS. También debería dar unas directrices muy claras en lo referente a la utilización de esos fondos. Si el proceso con las Naciones Unidas resulta insatisfactorio, la UE debería explorar la posibilidad de apoyar a expertos independientes que para que lleven a cabo una evaluación transparente y objetiva de la UNGASS.
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