Cientos de organizaciones de la sociedad civil condenan la toma de control de la ONU por el Foro Económico Mundial

A pocos días para del arranque en Davos del encuentro anual del Foro Económico Mundial, más de 400 organizaciones de sociedad civil y 40 redes internacionales denuncian el acuerdo estratégico firmado entre el FEM y la ONU, y hacen un llamamiento urgente al secretario general de las Naciones Unidas para que ponga fin al mismo.

World Economic Forum/Flickr/(CC BY-NC-SA 2.0)

El acuerdo, firmado en junio de 2019, promete “acelerar la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” a través de la coordinación y colaboración intitucional entre la ONU y el FEM. El acuerdo prioriza a las compañías transnacionales y les otorga acceso preferencial y deferente al sistema de la ONU, a expensas de los intereses estatales y de los actores del sistema público.

En septiembre de 2019, las organizaciones de sociedad civil hicieron pública su condena a través de una carta abierta en la que se acusa al acuerdo de “deslegitimar a las Naciones Unidas y debilitar el papel de los estados en la toma de decisiones a nivel internacional”. Este “acceso preferencial” socavaría el mandato de la ONU, así como su independencia, imparcialidad y efectividad en el momento de exigir responsabilidades al sector privado.

“Este acuerdo firmado entre la ONU y el FEM pone de manifiesto una preocupante apropiación empresarial dentro de la ONU y dirige peligrosamente al mundo hacia un sistema de control global privado y antidemocrático”, ha dicho Gonzalo berrón dl Instituto Transnacional, uno de los principales organizadores de la carta.

Si bien la injerencia empresarial no es desconocida destro del Sistema de la ONU, los nuevos términos del acuerdo entre la ONU y el FEM asocian de manera permanente a las Naciones Unidas con las compañías transnacionales. A largo plazo, esto permitiría que los líderes empresariales se convirtieran en “asesores” de los jefes de los departamentos de las Naciones Unidas.

“Este acuerdo estratégico es un éxito para los líderes empresariales en Davos, pero ¿qué ofrece a la ONU y a la comunidad internacional? El acuerdo otorga un controvertido acceso corporativo sin precedentes al corazón de la ONU, aunque este asunto no ha sido aún correctamente debatido por los países miembros de la ONU ni el público en general”, ha afirmado Harris Gleckman, ex miembro de la ONU y catedrático de la Universidad de Massachussets.

Las Naciones Unidas están bajo la gran amenaza de los instintos unilaterales del actual gobierno de los Estados Unidos y de la nueva ola de líderes autoritarios que cuestionan un mundo multilateral democrático. No obstante, esta creciente privatización puede también conllevar daños a largo plazo para las empresas. Muchas de las compañías que forman parte del FEM ya han asumido su responsabilidad en la crisis social y mediambiental en la que se encuentra actualmente el mundo, como resultado de unas prácticas de evasión de impuestos, violación de derechos humanos, contaminación medioambiental y climática e intervención empresarial en regímenes democráticos.

Para evitar esto, la ONU ha de ponder en marcha mecanismos efectivos y sistemáticos que eviten los conflictos de intereses. Asimismo, las Naciones Unidas ha de aumentar el poder de los pueblos y comunidades, que son los verdaderos titulates de derechos, y encontrar el modo de reforzar la exigencia de responsabilidades en los sistemas de gobierno a nivel internacional.

“La ONU ha de tener en cuenta los diferentes papeles del interés privado y de los titulares de derechos que luchan por el bien e interés común. Las empresas del sector industrial de alimentación mundial destruyen 75 000 millones de toneladas de tierra cultivable al año y son responsables de la pérdida anual de 7,5 millones de hectáreas de bosque. Esta destrucción, junto a otros factores, lleva a la desnutrición o malnutrición a 3 900 millones de personas en todo el mundo. El FEM representa los intereses de aquellos que destruyen el medioambiente y vulneran los derechos humanos. El FEM no puede ser considerado un socio estratégico en la resolución de la crisis mundial”, ha dicho Sofia Monsalve, Secretaria General de FIAN Internacional.

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